El propósito de este artículo es exponer, en forma sencilla, un proceso de análisis de falla disciplinado (ACR) a través del entendimiento de hasta dónde debemos extender o definir los límites de control del análisis, con la finalidad de abarcar los elementos necesarios para lograr las acciones correctivas que eliminen el problema que originó la falla o lo lleve a niveles tolerables en función de sus consecuencias.